domingo, 18 de enero de 2015

Desde tu partida

a Valeria,
pero sobre todas
a Luisa


la historia comenzaba cuando
yo salía apurado de la escuela
y corriendo hacía las últimas cuadras
hasta llegar a tu casa
que también era la mía
porque mamá se había ido
una vez más dejándome con vos
que ya me esperabas sentada en el sillón
que tenía unos parches oscuros
en la punta de cada apoyabrazo
ese trono de reina
que empezaba a volverse un poco loca

y el living pequeño y frío era nuestro templo, abuela
y sus paredes de color claro y difuso eran un reflejo tuyo
que perdías consistencia
adentrándote más y más
en el bosque cuyas ramas y raíces
nacían en las entrañas de todas las mujeres
que en la familia te alumbraban

vos abuela que me diste el nombre y los libros
y me diste el mate bien amargo y caliente
y esta risa fuerte y sonora
entre todos estos dones
me diste nuestras tardes de telenovelas
y ahora que soy un hombre sé
que esa ceremonia
en la que ambos comulgábamos
es la parte más valiosa de tu herencia

porque todavía imagino algunas noches que soy Gina Falcone
y que soy una dama extraña y elegante
pero que tiene algo raro en su mirada
como una muchacha de pueblo que por ojos tiene fuego
como una muchacha de pueblo atormentada por amor

porque todavía creo algunas noches que soy una monja
de nombre Piedad y me escapo
del convento gris que a veces me rodea 
por esa puerta secreta que me lleva al bosque
porque el amor me inflama el pecho
mientras busco al amado sin encontrarlo
porque su rostro siempre es esquivo
y comienzo a desesperar
hasta que te encuentro sentada
en tu trono de reina loca
y sonreís al verme y me das la mano diciéndome
como me djiste la última vez que hablamos

“andá que te va a ir bien
andá que te va a ir bien”

y esas palabras son mi oración diaria y mi norte
y lleno de recuerdos y resignación me aferro
a mi destino y corro
por el sendero sinuoso de pinos
como corremos todos, abuela
hacia    “un montón de sueños
que soñando están


Telenovela “La extraña dama”:

Gina Falcone es una muchacha pobre de pueblo. Marcelo Ricciardi es un joven de ciudad de buena posición económica. Apenas se encuentran se enamoran apasionadamente. Sin embargo, la diferencia de clases sociales les juega en contra y tras una serie de equivocaciones y malos entendidos se separan.
Poco tiempo después Gina descubre que está embarazada ydecide dar a luz en un convento que, con el tiempo, se convertirá en su nuevo hogar cuando decida tomar los hábitos.
Fiama, la hija de Gina y Marcelo, al entrar en la adolescencia es internada en el convento en el que su propia madre oficia de madre superiora.

Al enterarse de que Fiama es su hija, Gina -ahora Sor Piedad- comienza a debatirse entre su deber ante dios y su amor de madre. Las cosas se complican aún más cuando descubre que Marcelo enviudó y todavía no la ha olvidado. Mientras mantiene su identidad secreta decide escabullirse del convento para ver a su amado, tomando la identidad de una dama elegante y enigmática.


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