domingo, 4 de junio de 2017

soy profesor de lengua y literatura


en colegios del conurbano

no tengo automóvil
y por eso mi vida se desplaza
de colectivo a tren de tren a colectivo
de espera en espera

y hay días más diáfanos que otros
en que una clara lucidez
me permite ver

por ejemplo
en la parada del colectivo
a ese nene
que aupado por su mamá
la observa fascinado
le acaricia el pelo
la besa

ella le sonríe
mirándolo bien de cerca
se pone bizca
le da muchos besos

o veo por ejemplo
a esos dos pibes
con esa delgadez fibrosa
tan propia
de la rutina laboral

esos pibes
que esperan el tren
en Los Polvorines
y conversan con el idioma
de los sordomudos
ese idioma de señas
que hace que se miren
con mucha atención
se sonrían mutuamente

el nene
la mamá
los muchachos
prescinden
del lenguaje
hablado o escrito
de su sonido engañoso
de su sentido taimado

trabajo
de profesor de lengua
y literatura
en colegios del conurbano
y a veces me siento
traicionado por mis palabras

1 comentario:

  1. "las 500 horas semanales"
    Yo también fui profesora (de Derecho y sociales). Hoy felizmente jubilada y más pobre que antes.
    Lu

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