miércoles, 11 de septiembre de 2013

Mamita


mamá
peinándose con los dedos a la orilla del río
me gustaba ver su reflejo en el agua
nos despertábamos antes de la salida del sol
cuando una fina capa de polvo cubría la aldea
raíces y frutos comíamos
en cuencos de barro

mamá
caminando
y el deseo de los hombres siguiéndola
como el león sigue a la gacela herida
yo imitaba su sensual anadeo
pero todo lo que conseguía
era la burla de los otros

mamá
hablándole a las plantas
conversando con las hormigas
tenía siempre la palabra justa
que lo verde precisaba

algo de mamá tengo yo
en esta vida de esclava
cuando toco los hilos que atan sus sueños
mis palabras rodean a las damas sureñas
las arrullo con canciones
las humedezco con mi gran boca roja
y en mis manos florecen
como nunca lo hicieron

como nunca lo volverán a hacer




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