miércoles, 24 de agosto de 2016

corro de la frente de mi papá un mechón de pelo


y cierto goce de sol abrasador
me conmueven.

es la primera vez que viene a visitarme
a la casa en la que vivo hace dos años
y estamos tomando unos mates.

mis ojos se transforman por unos segundos
al contacto de su piel
en dos pequeñas lagunas
como las lagunitas
que estaban del otro lado de la ruta 1003
y a las que me llevaba a pescar
renacuajos y esos peces plateados.

me conmueve y desconcierta
este rostro arrugado y este pelo entrecano
tan parecidos a mi rostro y a mi pelo
al punto de que ya no sé
a quién estoy acariciando.

porque si una pregunta en un poema
siempre es una pregunta retórica
¿por qué el gesto de correr un mechón de su frente
hace que las lagunas desborden y me inunden
de peces plateados y de esta alegría
soleada de siesta     que ya creía perdida?

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